Deporte en la Edad Media

Deporte en la Edad Media


La Edad Media comienza con la caída del Imperio Romano de Occidente (en el año 476) y llega, según algunos historiadores, hasta el descubrimiento de América (1492) y, según otros, hasta la caída del Imperio Bizantino y la invención de la imprenta (1453). 


La Edad Media se va a caracterizar por el feudalismo, la desaparición de la noción de ciudadanía romana y el auge de las culturas teocéntricas (como el islam y el cristianismo) en lugar de la cultura clásica.

DEPORTE

En esta época se abandona todo tipo de práctica física, la doctrina de la Iglesia desprestigia todo aquello relacionado con la actividad física, por estar ligado al aspecto material de la persona. Se debe fortalecer y preservar el alma, mientras que el cuerpo no debería recibir ni placeres carnales ni beneficios derivados de los ejercicios físicos. 

La Iglesia intentó suspender y abolir todo juego y práctica deportiva, puesto que se consideraba pecaminosa. Desde la caída del Imperio romano hasta el siglo XI las referencias sobre las actividades deportivas de la época son escasas. A partir del siglo XI, en la Baja Edad Media, nace la burguesía y con ella el paso del castillo a la ciudad. Se retoma el intercambio cultural y comercial.

En la Edad Media la mayoría de la gente llevaba una vida muy miserable y no tenía tiempo para el ocio. Tan solo unos pocos hombres tenían el privilegio de poder participar en los deportes de la Edad Media: los torneos y la caza. 

 Pero se cree que estos juegos y ejercicios físicos tenían poco que ver con la educación. Eran más actividades con que llenar el ocio disponible entre los conflictos bélicos. Todos los participantes portaban ropas muy lujosas.

Las actividades deportivas del pueblo llano se dividían en dos grupos: los festivales cívicos y los juegos de multitud. Todas estas actividades eran de carácter local, con reglas confusas y diferentes de una comarca a otra. 

Los festivales cívicos aparecían junto a las ferias y los mercados, donde había comercio, vendedores ambulantes, fiestas y concursos. Entre los deportes que practicaban destacaban la lucha, el tiro con arco, o el juego de pelota la soule.

ARTE

La Iglesia, durante siglos, dio trabajo a artistas y artesanos casi con exclusividad. Solo algunos reyes y señores patrocinaron la construcción de grandes edificios u obras de arte. Durante el gótico, la iniciativa en este orden de cosas correspondió también a corporaciones como los consejos y los gremios.


La finalidad del arte era evocar el poder de Dios y comunicar el mensaje bíblico. Aunque el arte de la Edad Media era esencialmente religioso se produjeron obras maestras de carácter profano.

Las actividades deportivas mencionadas con anterioridad se reflejaron en el arte: representaciones pictóricas, esculturas y bajos relieves y en las miniaturas de los códices medievales.

La caza

Esta actividad era distintiva de la aristocracia. Abundaba la caza mayor, que se realizaba a caballo, con lanza y con perros, criados y escuderos, y la cetrería o caza con halcones y azores.

El tapiz de Bayeux, considerada como la obra textil más importante del mundo medieval, fue confeccionado entre 1077 y 1082. El Tapiz de la reina Matilde o de Bayeux narra la conquista de Inglaterra en 1066 por las tropas normandas del duque Guillermo "el bastardo", que se llamaría por esta hazaña Guillermo "el conquistador". En varias escenas, en las bandas inferiores, se representan escenas de caza.

Fernán Pérez de Andrade fue un caballero gallego nacido en fecha desconocida aunque se estima que nació antes de 1330 y murió entre el 28 de julio y el 21 de agosto de 1397. Andrade fue un caballero presto a la batalla y aficionado a la caza, la poesía y los libros de caballería. Su sepulcro en la Iglesia de San Francisco en Betanzos está rodeado por escenas de caza.

          ⚫ Miniaturas

Al ser la caza una forma de ocio totalmente ligada a la aristocracia, su aparición en las ilustraciones de los códices se produjo principalmente a partir de finales del siglo XIII. En los manuscritos de ámbito eclesiástico, la caza también había sido representada pero en este caso desde una perspectiva crítica. Se consideraba que la caza desataba la violencia. Así en los márgenes de manuscritos bíblicos de los siglos XII y XIII aparecen monos que practican la caza u hombres que son atacados por liebres. Era habitual que en esos tiempos los monjes aprovecharan los espacios marginales de los folios para mostrar su menosprecio hacia la violencia de los señores feudales.

También en novelas o en recopilaciones de poesía, como en el Codex Manesse, en las imágenes que acompañan a los textos, la caza podía tener connotaciones simbólicas.

Pero desde el siglo XIII se escribieron en Europa muchos tratados sobre el arte de la caza y algunos de ellos estaban riquísimamente ilustrados. Uno de los primeros y sin duda el más importante fue De arte venandi cum avibus (Del arte de cazar con aves), de Federico II de Hohenstaufen.

Federico II de Hohenstaufen, gran apasionado de la caza, en especial de la cetrería y de las ciencias naturales, se dedicó durante más de treinta años a acumular informaciones y experiencias para redactar De arte venandi cum avigus

          ⚫ Pintura al fresco o pintura mural es la que cubría los muros de los templos o de los castillos. Se usaba para educar y para enseñar a los fieles las historias sagradas, pues muy poca gente sabía leer. Pero la caza también aparece en este medio.

Los torneos

Surgen unos juegos que responden a las preferencias de la nueva burguesía: el torneo. Pero no surge como rivalidad deportiva sino como preparación y adiestramiento para la guerra o para la defensa personal.

Los torneos medievales eran el gran espectáculo de la Edad Media, siendo una exhibición de valor y constituyendo todo un hecho socio-político. No solo eran una simple contienda armada, ya que constituían la principal diversión de los caballeros medievales y eran un trampolín para alcanzar el poder y la fama. 


El primer torneo se celebró en el año 1066 convocado por el rey de Francia y desde entonces se convirtió en el deporte favorito de la Edad Media. Se celebraba en épocas de paz, un noble/rey invitaba a otro noble/rey y sus mejores caballeros para competir en los torneos. Ante la relevancia del hecho los torneos se convertían en ferias que atraían a gran cantidad de personas: juglares, mercaderes o mendigos, durante los tres días que solía durar el torneo.

Este espectáculo medieval se va a desarrollar en toda la Europa plenamente feudal: Francia, Cataluña, Alemania e Inglaterra. En Castilla este espectáculo medieval se desarrolló de forma tardía. Los torneos llegan a finales del siglo XIII desde Francia. Estas actividades también se van a ver reflejadas en miniaturas y en frescos.

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